miércoles, 24 de marzo de 2010

lunes, 26 de octubre de 2009

La gramática; Diversión Tradicionales La gramática y sus divisiones Divisiones; Divisiones. Tradiciones

Por Nancy Benítez

La gramática estudia la lengua como sistema de medios de expresión; sincrónico y significa fin. En efecto, se ha convenido en llamar gramática a la morfología y la sintaxis reunidas, con exclusión de la lexicología o ciencia de las palabra, en primer lugar, responden esas divisiones a la realidad, que están en armonía con los principios.

La morfología trata de las diversas categorías de palabras y de las diferentes formas de la flexión a diferencia de la sintaxis tiene por objeto las funciones propias de las unidades lingüística, mientras que la morfología se ocupa más de la forma.

Lingüísticamente la morfología no tiene objeto real ni propio; no construye una disciplina distinta de la sintaxis.

En efecto, las divisiones tradicionales de la gramática su utilidad de llevarlo a la practica, pero no pertenecen a distinciones naturales ni están unidas por un lazo lógico.

Divisiones racionales

La comprensión de la morfología, de sintaxis y de la lexicología se expone por el fondo idéntico de todos los hechos sincrónicos. No debe haber un límite. Sólo la distinción entre relaciones sintagmáticas y relaciones asociativas, que es el único que puede poner como soporte del sistema gramática.

La gramática tradicional se agrupa en dos órdenes:

Forma típica de la asociación de la forma de los sujetos hablantes, por otro lado, la sintaxis, es la teoría de los agrupamientos de palabras.

De hecho tanto el sintagmático asociativo, y coordinar toda la materia de la gramática sobre estos dos ejes naturales, sólo mostrará que hay que cambiar en los cuadros usuales de la lingüística sincrónica.

La fonología

Aunque es cierto que dentro de la lingüística a la fonología no se la considera más que como una disciplina auxiliar de la misma ya que no se refiere más que al habla, esta a cumplido una función muy importante junto con la fonética ya que ambos han librado a los lingüistas de la palabra escrita puesto que facilitan el estudio de los sonidos por los sonidos mismos.

Para este fin una escritura fonológica debe procurar representar, con un signo cada elemento de la cadena hablada. Un ejemplo perfecto seria el dulce idioma guaraní que consta de 23 fonemas representado por 23 grafemas lo que facilita bastante al guaraní hablante la perfecta dicción.

No sucede lo mismo con el idioma castellano que posee 24 fonemas representados por 29 grafemas lo que dificulta la escritura pero la fonología debe limitarse al servicio de los lingüistas aún cuando la exactitud fonológica no es muy deseable.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Lingüística de la lengua y Lingüística del habla


En su “Curso de Lingüística General”, Ferdinand de Saussure define la lengua como producto de la facultad del lenguaje. "La lengua no se confunde con el lenguaje. La lengua no es más que una determinada parte del lenguaje, aunque esencial. Es a la vez un producto social de la facultad del lenguaje…". La lengua existe en la comunidad en forma de suma depositada en cada cerebro de los individuos, pero al momento de la ejecución (habla) experimenta diferencias. Es por esta razón que hay que elegir entre dos caminos que es imposible tomar a la vez; tienen que ser reconocidos por separado.
El estudio del lenguaje comporta, pues, dos partes: la una, esencial, tiene por objeto la lengua, que es social en su esencia e independiente del individuo; este estudio es únicamente psíquico; la otra, secundaria, tiene por objeto la parte individual del lenguaje, es decir, el habla, incluida la fonación, y es psicofísica.
Sin duda, ambos objetos están estrechamente ligados y se suponen recíprocamente: la lengua es necesaria para que el habla sea inteligible y produzca todos sus efectos; pero el habla es necesaria para que la lengua se establezca; históricamente, el hecho de habla precede siempre. Por otra parte, oyendo a los otros es como cada uno aprende su lengua materna, que no llega a depositarse en nuestro cerebro más que al cabo de innumerables experiencias. El habla es la que hace evolucionar a la lengua: las impresiones recibidas oyendo a los demás son las que modifican nuestros hábitos lingüísticos. Hay, pues, interdependencia de lengua y habla; aquélla es a la vez el instrumento y el producto de ésta. Pero eso no les impide ser dos cosas absolutamente distintas.
La lengua existe en la colectividad en la forma de una suma de acuñaciones depositadas en cada cerebro, más o menos como un diccionario cuyos ejemplares, idénticos, fueran repartidos entre los individuos. Es, pues, algo que está en cada uno de ellos, aunque común a todos y situado fuera de la voluntad de los depositarios.
Por ejemplo, cuando un niño aprende a hablar, no conoce nada del sistema de la lengua. Pero poco a poco va aprendiendo a conocerlo, comenzando con palabras sueltas que imita de las personas que lo crían y así, cuando dice "agua", está pidiendo que se la den, porque todavía no es capaz de construir una oración como “quiero agua” o “dame agua, por favor”, como dirá cuando ya haya aprendido a hablar. Así, por medio de actos del habla, el niño va conociendo la lengua.
El habla es la suma de todo lo que las gentes dicen, y comprende: a) combinaciones individuales, dependientes de la voluntad de los hablantes; b) actos de fonación igualmente voluntarios, necesarios para ejecutar tales combinaciones. No hay, pues, nada de colectivo en el habla; sus manifestaciones son individuales y momentáneas.
Por todo lo expuesto, se puede, en rigor, conservar el nombre de lingüística para cada una de estas dos disciplinas y hablar de una lingüística de la lengua y una del habla; pero con cuidado de no confundirla con la lingüística propiamente dicha, ésa cuyo objeto único es la lengua.

Lingüística Diacrónica

La lingüística diacrónica se encarga de los términos que se sustituyen en el tiempo; se infiere de esto que la lengua no es inmóvil, claro esta que esta sufre cambios en todas sus partes.

Tomando en cuenta al lenguaje literario se observa una cierta lentitud en el proceso evolutivo al que esta signada la lengua. Pero en cambio, sabemos que el lenguaje literario no hace a ella sino que se construye a través del tiempo por los hablantes y va evolucionando constantemente en unos aspectos lentos en otros más acelerados pero es cambiante, desligada de reglas literales.

La lingüística diacrónica toma por objeto primordial a la fonética. Es aquí donde se sostiene que nada de lo que es fonético es significativo o gramatical en sentido amplio, es decir sin preguntar si tiene significación será investigada por ejemplo una palabra carente de sentido.

Establecer entones la comparación de unos fonemas con otros equivale a establecer diacronía.

Pero hay que dejar en claro que no solo el sonido evoluciona en la legua que esta compuesta por varios signos, palabras que cambian de significados, las categorías gramaticales evolucionan igualmente. Asimismo hay que señalar que cambios que son tomados como gramaticales se resuelven en cambios fonéticos.

martes, 20 de octubre de 2009

Materia y tarea de la lingüística. Sus relaciones con las ciencias conexas

La importancia del estudio del lenguaje radica en que este es el modo específico de expresión y comunicación del ser humano y, por ello mismo, un vehículo e instrumento de participación y de interacción social. Por esta razón, muchas ciencias humanas y sociales se valen de la lingüística para estudiar al ser humano. Quiero mencionar una parte importante que es la utilidad de la lingüística porque tenemos que manejar los diferentes tipos de textos, dado que la lingüística guarda relación con otras ciencias como son: la etnografía, la prehistoria, la antropología, la fisiología y son pocas las personas que tienen sobre este ideas claras.

La materia esta constituida por todas las manifestaciones del lenguaje humano, ya sea el hablado, el escrito o las señales.

Sus tareas son:

- hacer la descripción y la historia de todas las lenguas, sus familias y reconstruirlas;
- buscar las fuerzas que intervengan de manera permanente en todas las lenguas;
- deslindarse y definirse ella misma.

La lingüística tiene conexiones muy estrechas con varias ciencias, unas que le dan datos y otras que se los toman. Por ejemplo en la antropología, que no estudia al hombre mas que desde el punto de vista de la especie, mientras que el lenguaje es un hecho social. En la psicología social en el fondo es lengua, incluso sus manifestaciones materiales y mecánicas como los cambios fonéticos.

LOS CAMBIOS FONÉTICOS

Los cambios fonéticos son absolutamente regulares, estos cambios no afectan a las palabras, sino a los sonidos, pero el fonema transformado trae consecuencias de manera idéntica a todas las palabras. A continuación, permítanme mostrarles algunos ejemplos de estos cambios.
En Alemania, toda i se hizo ei, luego ai Ej: Win- wein; triben – treiben; lihen - leihen; zit - zeit; además, toda ū se ha hecho au Ej: hūs – haus; zun – zaun; ruch – rauch.
En latín, lo que había sido s intervocálica aparece como r en otra época: génesis – generis; asena – arena, etc. Cualquier cambio fonético, visto a su verdadera luz, confirma la perfecta regularidad de estas transformaciones.
Puedo afirmar que los cambios producidos en la fonética no son meramente intencionales, mas bien son espontáneos y combinatorios, debido a que la forma verbal se realiza primero y posteriormente la forma escrita. La forma verbal está más propensa, día a día, a los fenómenos fonéticos porque las palabras no están estructuradas ni sistematizadas, requiere imprescindiblemente pasar por procesos lingüísticos: vernáculo, estándar, lengua propiamente dicha, en su estructura formal oral y escrita.
En todas las épocas hubo sucesivos cambios combinatorios y espontáneos.
La parte combinatoria: nasalización de la e por la n; ventum(lat.) – vênt (fra.); femina(lat.) – fema, fêma (fra.), y espontáneo o de causa interna, fonación ê en ã: vant – vã, fama – fãm; esto ha podido ocurrir delante de la consonante nasal, pero la cuestión no es por qué se ha nasalizado estos fonemas, sino solamente puntualizar que ha sido transformado espontánea y combinatoriamente y que también repercute una causa externa llamada metafonía, presencia de la i en la sílaba siguiente: gast – gasti – gesti…
La investigación de estas causas es uno de los problemas más difíciles de la lingüística. Varias son las explicaciones que se han propuesto, pero ninguna aclara completamente la cuestión. Por lo que existen varias cuestiones que se manejan en la lingüística.
La primera cuestión quizás tenga que ver con la raza, pero no es valedero decir que esta trace la dirección de los cambios fonéticos, es erróneo pensar que el aparato fonador varía de raza, porque un negro o algún indígena instalado en Francia desde su niñez habla el francés tan bien como ellos.
La segunda cuestión ha considerado, a veces, los cambios fonéticos como una adaptación a las condiciones de suelo y clima. Que según las investigaciones de Saussure, ciertas lenguas del norte acumulan las consonantes, ciertas lenguas del mediodía hacen mayor empleo de las vocales. Así que, el clima y las condiciones de vida pueden muy bien influir en la lengua. Por supuesto que esta cuestión categóricamente es relativa, por tanto, es cuestionable.
En la tercera cuestión interviene la ley del menor esfuerzo, esto, corresponde al reemplazo de dos o tres articulaciones por una sola, o una articulación difícil por otra más cómodas. Sin embargo, es casi imposible determinar para cada lengua qué es lo más fácil o lo más difícil de pronunciar, pero lo cierto y lo concreto es que tanto el abreviamiento del menor esfuerzo o las pronunciaciones descuidadas recaen en las exigencias de mayor vigilancia.
La cuarta cuestión es una explicación bien acogida que atribuye los cambios de pronunciación dadas en la educación fonética en la infancia, esto es, no dar una pronunciación correcta ni exacta de la palabra, dándole una fonética distinta a la que corresponde y el niño pronuncia lo que oye a su alrededor y he aquí el germen de los cambios, porque las inexactitudes no corregidas predominan en cierto individuo y son fijadas en la generación que crece.
La quinta cuestión es la que busca determinar la causa de los cambios fonéticos a través del estado general de una nación que atraviesa épocas movidas, periodos agitados por la historia, la inestabilidad política y por sobre todo, la inestabilidad lingüística que aplican a los cambios.
La sexta cuestión recurre a la hipótesis del sustrato lingüístico anterior, es decir, que los cambios fonéticos se deben a una población que es absorbida por los invasores, por tanto, al adoptar la lengua nueva, la población anterior introduce en ella algo de sus hábitos fónicos naturalmente admisibles, pero son circunstancias raramente encontradas; sin embargo, han sucedido como por ejemplo, la lengua OC y OIL, y las variedades dialectales del latín.
Por último, los cambios fonéticos sucedidos por los cambios de moda, esto es mucho más misterioso, porque propone a la imitación de masas.
En efecto, todos estos cambios mencionados pueden valuarse a los intentos ilimitados, incalculables e impredecibles incógnitas de dónde parten y dónde se detendrán.